Tardó. Le costó un tiempo. Pero cumplió. River se sacó de encima a Excursionistas en la Copa Argentina por 2 a 0. Sin lucir como el domingo ante Vélez, pero logró el objetivo. Caminó por la cornisa, porque si Leonel Barrios hubiera convertido el penal que le contuvo Armani cuando iba 1 a 0, otro hubiera sido el cantar en la media hora final. Quién sabe…
Jugó escorado a babor. Se entiende. Martínez no es un lateral con proyección. Ni siquiera es lateral. Palavecino se cerró junto a Fernández por delante de Aliendro y Colidio nunca se tiró a la banda. Resultado: se regaló mitad del campo. En el otro, River hizo daño. Bastante. Porque la dupla Palavecino-Fernández se reunió bien con Mastantuono, más adelantado, y Sant’Anna encontró espacio para trepar, a pesar de que Excursionistas jugaba con línea de cinco.
Por allá, por derecha, River encontró los caminos. Sin embargo, tuvo que esperar un tiempo para llegar a la red y quitarse la presión de encima. No era un papelón empatar con Excursionistas, pero no poder quebrar a un equipo recién ascendido a la tercera categoría no era un mérito.
Esa angustia de no poder vencer al que debería ser vencido con facilidad demoró 49 minutos. Fue justo cuando a la defensa de Excursionistas le faltaba un defensor y el arquero Cajal, que había respondido con acierto en varias situaciones de la primera parte, dio rechazo corto y Borja se metió con pelota y todo, de atropellada, adentro del arco. Luego vino el susto grande del penal que cometió y luego le atajó Armani a Barrios. No tendría el equipo del Bajo Belgrano otra chance tan clara.